Participación ciudadana ¿responsable?



En la semana en la que se está celebrando el #SIGA2011 (Semana Internacional de Gobierno Abierto 2011) en Buenoa Aires. Unos días después de que sepamos la fecha de las nuevas elecciones. Un mes en el que media España está de vacaciones y la otra media intentando reflexionar para retomar el curso… mucho se está hablando de participación.
Ayer, recordaba el encuentro CIDER celebrado en Pamplona el pasado mes de mayo… y comencé de nuevo a darle vueltas al modelo de participación que se está solicitando desde la ciudadanía. Evidentemente no tengo una respuesta clara y son muchos los modelos de participación que pueden implantarse, aunque una cosa sí parece clara y aunque ya lo dejé intuir, lo reafirmo:
La participación ciudadana requiere de un compromiso de rendición de cuentas. *OJO, no solo de los políticos… también de los ciudadanos
Todos podemos participar, sí, pero, como en la vida, debemos aprender a asumir lo que conlleva esa participación. Dar una opinión, mostrar una queja, ofrecer una alabanza, solicitar un cambio… en política, como en sociedad, lleva unas consecuencias.
¿Acaso no habéis vivido en vuestras propias carnes cómo alguien criticaba algo que has propuesto, pero sin ofrecer ideas de mejora? ¿Y no has sentido que pedían un cambio en un proyecto a costa del trabajo sin el compromiso del otro? ¿Nunca te has encontrado con alguien que solo cuenta contigo cuando tiene problemas y no para compartir alegrías? Y… ¿cómo te has sentido? ¿qué has pensado? ¿qué has hecho? Pues… por un lado, no es un sentimiento positivo, dudas de los porqués y a veces ignoras lo sucedido para poder seguir. Si en nuestro entorno cercano estamos viviendo cómo las personas no nos responsabilizamos de nuestros actos con el otro (siento generalizar), ¿seremos capaces de responsabilizarnos de nuestra participación en la vida política?

Participación ciudadana no es solo votar
una idea, “me gusta” una propuesta o elegir un candidato. Participar es responsabilizarse de esa idea, opinión, voto o propuesta. La rendición de cuentas no es solo para aquellos que mandan (y que es nuestra obligación pedirla y la de ellos darla), sino que es parte de los ciudadanos, no solo en “la gran fiesta de la democracia”,  también en el resto de mecanismos de participación.
En el fondo el concepto de participación ciudadana tiene que ver con un modelo de gestión pública del que todos somos parte. Eso sí, ¿será el ciudadano capaz de liderar aquellas acciones que se deriven de dicha participación? Seguiremos…